El ya largo camino de las investigaciones sobre el desarrollo del cerebro nos ha proporcionado la información y los hechos necesarios para saber que los cimientos de la salud mental se construyen desde edades muy tempranas de la vida. Las primeras experiencias (relaciones de los niños con sus padres, cuidadores, familiares y pares) van moldeando la arquitectura del cerebro en desarrollo. Dicha arquitectura puede ser dañada cuando hay estrés toxico (generado de una exposición prolongada a la adversidad y al conflicto) lo que a su vez aumenta la probabilidad que se produzcan problemas de salud mental tarde o temprano. 

Empezando con esta premisa hablemos de la película “Submarino” de Thomas Vinterberg. 

Nick y Martin viven en condiciones precarias en la ciudad de Copenhague. El abandono de su padre y la adicción de su madre los obliga a desprenderse de una vida infantil y a enfocarse en satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia, experimentando un contexto de total negligencia. Y es así como entre escena y escena los vemos (con un toque de inocencia y ternura) hacerse cargo de ellos y su hermano quien es apenas un bebé, hasta que en un momento se enfrentan a una situación inesperada que los marcará de por vida. 

Pero ¿de qué manera esas experiencias tempranas de negligencia crónica, violencia doméstica y problemas parentales de abuso de sustancias impactarán en el transcurso de sus vidas? Lo sabemos cuándo, por un lado, vemos a Martín lidiando con ataques de ira incontrolables, tratando de establecer relaciones sociales y sentimentales que al final se desvanecen, bebiendo para poder seguir y tratando (fallidamente) de reinsertarse a la sociedad después de salir de prisión. Por el otro lado nos muestran a Nick metido en el mundo de las drogas e intentando (también fallidamente) estar presente en la vida de su pequeño hijo. 

A lo largo de poco menos de dos horas, somos testigos del desarrollo de estos personajes sin dejar de cuestionarnos, ¿una infancia negligente determina una vida adulta carente de bienestar? ¿Nick y Martin están condenados a vivir una vida sin oportunidades? ¿Cuál crees que será el final de esta historia?

Te invitamos a ver la película para contestar dichas preguntas, pero, sobre todo, para pensar (y repensar) sobre el impacto a corto y largo plazo de la negligencia, también sobre la diferencia abismal que marcan los buenos tratos, las relaciones estables, receptivas, afectivas y los entornos seguros y de apoyo en las infancias.    

(Actualmente puedes encontrar la película en la plataforma de Mubi). 


Edith García Jacobo

Lic. en Psicología

Cédula Profesional: 8133498

Octubre 2023

por Azomalli

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